
Un animal que parece un Pokémon lleva semanas causando estragos en Alicante: el regreso del dragón azul tras tres siglos
En los últimos días, varios bañistas se han quedado paralizados frente a un hallazgo extraño: un diminuto ser azul, flotando boca arriba sobre la espuma del mar. Su silueta parece un cruce entre una joya marina y un personaje salido de una pokeball. Brilla en tonos eléctricos, despliega apéndices en forma de alas y se mueve con la ligereza de un acróbata.
Se trata del dragón azul (Glaucus atlanticus), un nudibranquio que apenas mide cuatro centímetros, pero que ha provocado el cierre de playas enteras. En Guardamar del Segura (Alicante), la concejalía de Playas lo definió a El Información con humor como un ejército de “pokemons haciendo piruetas”. La comparación puede sonar simpática, pero detrás de su aspecto encantador hay una advertencia: este animal puede picar y provocar reacciones dolorosas.
Minipokémon en la playa. En los últimos días, el pueblo de Guardamar del Segura en Alicante se ha convertido en epicentro del fenómeno. En playas como Vivers, Centro y Ortigues, el Ayuntamiento se ha visto obligado a izar bandera roja tras la detección de ejemplares por parte de socorristas. Aunque no ha sido el único lugar, pues muy cerca de allí, en la playa de La Mata (Torrevieja), también se han localizado decenas de dragones azules, lo que ha confirmado que no se trataba de un caso aislado, tal y como han señalado en los medios locales.
Un visitante que se expande. El dragón azul no se limita a la Vega Baja. Según El País, se han registrado ejemplares en Mallorca, donde no se documentan desde hacía más de tres siglos. También en Santa Bárbara en Cádiz y en varias playas del Campo de Gibraltar, como Sotogrande y La Línea, que tuvieron que cerrarse por precaución.
A esta lista se suman Canet d’en Berenguer (Valencia) y Famara (Lanzarote), donde bañistas y autoridades también notificaron su presencia. Como han explicado expertos a National Geographic, estos animales llegan a la orilla arrastrados por corrientes y vientos de levante desde alta mar, su hábitat natural.
Detrás de estos dragones. El Glaucus Atlanticus flota boca arriba y luce un llamativo azul eléctrico con tonos plateados que lo hacen parecer una criatura fantástica. Sus apéndices desplegados recuerdan inevitablemente a personajes como Vaporeon o incluso Gyarados de la saga Pokémon.
Sin embargo, su apariencia esconde un mecanismo de defensa sofisticado: al alimentarse de medusas e hidrozoos, el dragón azul acumula sus células urticantes en los extremos de sus apéndices, convirtiéndose en un animal capaz de provocar reacciones cutáneas. Según National Geographic, sus picaduras no son letales, pero sí dolorosas: pueden causar sensación de quemazón intensa, náuseas y vómitos.
¿Hay un peligro real? La comunidad científica pide la calma. “Cerrar playas por tres o cuatro ejemplares es una sobrerreacción porque no existe ninguna evidencia científica de su peligrosidad”, sostiene Juan Lucas Cervera, catedrático de Biología de la Universidad de Cádiz en declaraciones a El País. El biólogo municipal de Torrevieja, Juan Antonio Pujol, coincide en que las lesiones documentadas son leves y que a menudo se confunden con picaduras de medusas.
Oportunidad para la ciencia. Más allá de la alarma turística, la aparición del dragón azul abre una ventana de conocimiento. La Universitat de València y el Oceanogràfic, junto con la Universidad de Alicante, han recibido ejemplares vivos para estudiar su genética, origen y comportamiento, como ha detallado El Información.
De este modo, los investigadores podrán confirmar si estos individuos proceden del Atlántico y llegaron por el estrecho de Gibraltar o si empiezan a consolidarse en el Mediterráneo. Pujol ha recordado en Cadena Ser que no es una especie invasora: ya fue descrita en Baleares en 1705, aunque su presencia ha sido extraordinariamente rara.
Recomendaciones de seguridad. Las autoridades y los expertos insisten en cuatro pautas básicas:
No tocarlo bajo ningún concepto, ni siquiera con guantes.
No capturarlo ni llevarlo a socorristas; debe permanecer en el mar.
Avisar a los servicios de vigilancia para registrar el avistamiento.
En caso de picadura, acudir al centro de salud y evitar remedios caseros.
Un caso fascinante. El dragón azul ha generado un gran revuelo en plena temporada turística, gracias a su rareza y belleza. Algunos apuntan al cambio climático como posible causa, pero los expertos piden prudencia: aunque el Mediterráneo ha alcanzado temperaturas récord de más de 28 grados, no hay evidencias concluyentes para relacionar directamente su proliferación con el calentamiento global.
Más allá de las teorías, la ciencia celebra una oportunidad única para estudiar una especie tan llamativa como desconocida. Con comportamientos singulares —flota boca arriba para camuflarse, es hermafrodita y puede poner de 10 a 30 huevos en sus presas—, el dragón azul simboliza lo mucho que aún queda por descubrir en los mares que rodean España.
Imagen | Poyt448, Peter Woodard
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La noticia
Un animal que parece un Pokémon lleva semanas causando estragos en Alicante: el regreso del dragón azul tras tres siglos
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Xataka
por
Alba Otero
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